Enfermedades Musculoesqueléticas
Artritis, Osteomielitis y Artrosis.
La Artritis Reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica y del sistema conjuntivo con alteraciones erosivas vasculares. Sus causas son alteraciones en los procesos inmunológicos e infecciosos que alteran y destruyen los revestimientos de las articulaciones y los cartílagos. Este proceso se agrava por la falta de oxigeno a los tejidos. En los pacientes intervenidos con OZONOTERAPIA se demostró una recesión más rápida de los síntomas y una mejoría en indicadores inmunológicos de la artritis reumatoide. (1,2).
La Osteomelitis de los huesos largos tubulares, se produce por un proceso infeccioso en el organismo que infecta los espacios medulares óseos y los tejidos blandos circundantes. La OZONOTERAPIA ha demostrado exitosos tratamientos ya que permite alcanzar una mejoría significativa en la herida, potenciando la acción de los antibióticos y eliminando la toxicidad endógena (3,4). Además se ha demostrado una mejoría importante en el déficit inmunológico de los pacientes en el 98% de los casos.
La Artrosis es la afección articular más frecuente, cuya morbilidad aumenta con la edad y se presenta en el 97% de los adultos mayores. La base de esta enfermedad es la destrucción de los cartílagos articulares y el crecimiento excesivo de los bordes. El síntoma principal es el DOLOR. La ozonoterapia es utilizada en los inicios de la artrosis para mejorar los tejidos articulares, como antiinflamatorio y analgésico. En las etapas más avanzadas debe complementarse con terapias fisioterapéuticas y quirúrgicas, donde el ozono ayuda principalmente a aliviar el dolor y mejorar la capacidad funcional de las articulaciones, es decir, mejorar la capacidad para caminar y moverse de los pacientes. Sus efectos pueden empezar a apreciarse después de 10-15 mint post administración. (1).