Enfermedades Respiratorias
El ozono tiene la propiedad de aumentar la presión parcial de oxígeno en sangre, en tejido y sobre el metabolismo aeróbico de tal manera que mejora la respiración celular y la respuesta del tejido pulmonar, estimula la defensa antioxidante del organismo y con ello detiene progresivamente el daño pulmonar, estos efectos sin bien no logran revertir el daño que ya existe en el pulmón, si ayudan a detenerlo y clínicamente el paciente disminuye la sintomatología respiratoria, mejorando así su calidad de vida. (1).
En la bronquitis crónica, es decir, aquellos pacientes que presentan tos y expectoración durante al menos 3 meses al año, descartando otras enfermedades, se produce la alteración de las funciones de barrera defensiva de los bronquios, acumulación de radicales libres, hipertrofia del tejido y con ello aumenta la posibilidad de adquirir infecciones por virus y bacterias. Todo ello viene determinado por trastornos significativos de la reactividad inmunológica.
Las propiedades inmunomoduladores del ozono tienen una importancia determinante en el tratamiento de la bronquitis crónica. Posibilita la normalización de la respuesta inmunitaria infecciosa del organismo en la infección vírica y bacteriana